Por Lizeth G. Peña
El poemario de Teresa Avedoy AntiDewey (notas de campo), publicado por la Universidad Autónoma de Nuevo León en el 2019, nos hace recordar los espacios que habitamos y a los amigos.
Entre esos espacios que más visita la poeta en su obra es la biblioteca – ¿ya leyeron su manifiesto sobre las bibliotecas públicas? Les comparto la reseña aquí–, y entre la que destaca es la José Vasconcelos, de la CDMX. Es en este lugar –y también en otras bibliotecas– que la autora explora emociones, conversaciones, arquitectura (toda la formación profesional de Avedoy es en arquitectura) y pensamientos:
“Amplitud modular
(Biblioteca Vasconcelos)
Visitar edificios de gran escala
Provoca sueños altos.”
Tere también recuerda a los amigos. En el poema, uno de mis favoritos, es el que lleva el título Los amigos, habla de esas redes de relaciones de cómo llegan los amigos: “Mis amigos se me dan en amigos”. O en el poema, también de mis favoritos, Declaremos en donde juguetea con las cualidades de ellos comparados con las islas.
El poemario cierra con el que da nombre al libro: AntiDewey, con el cual explora las acciones dentro de la biblioteca: “Un corazón de biblioteca tiene cada quien, cuando abriga una ciudad de preguntas dentro”.
El poemario AntiDewey, son de esos libros que nos recuerdan que vivimos en/los espacios, y en ellos nos encontramos con las palabras, sobre todo en las bibliotecas. A su vez las compartimos, casi como un acto amoroso, con los amigos. Y creo que le puso ese nombre porque en el sistema de clasificación de libros, simplemente no se puede categorizar todo lo que pasa en el lugar.
Para leerlo completo, puedes descargarlo aquí,
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