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Las heridas que se acaban de un solo tajo: Elizabeth Algrávez


 Por Lizeth G. Peña 

En ocasiones, en la vida hay que hacer incisiones para que todo aquello que se encuentra estancado salga y se libere. El poemario Heridas de un solo tajo, de Elizabeth Algrávez (Metaletras Editorial), aprovecha las palabras para hacer ese corte y dejar que las ideas fluyan.

 

El poemario está divido en tres partes: “Cuerpos de agua”, “El dragón” y “Poemas al amado”. En la primera y en la última, la voz lírica nos cuenta sobre sus recuerdos, necesidades y sentimientos que se dan en una relación. La parte que está en medio enseña el despertar de un dragón (¿interno?).

 

Esta última publicación, Elizabeth demuestra que es una gran creadora de imágenes, algunas cargadas de sentimientos contradictorios que coexisten; en otras, los colores y texturas que encontramos en la naturaleza configuran las emociones.

 

En la parte primera, “Cuerpos de agua”, Algrávez usa el elemento agua para representar la fuerza, el erotismo, los surcos que se crean en una relación y, como ríos, abren en la tierra (en los cuerpos). El agua como mar, río, lago, océano o lluvia, manifiesta distintas emociones que, con imágenes, nos lleva siempre al lugar compartido con alguien más.

 

El juego de palabras en esta primera parte, la voz lírica nos muestra ese juego erótico: “Y tú venías, venías a venir, a venirte; cobijado entre tus piernas,/ enredado en su pelo, en sus caderas.” Y más adelante, los tres estados del agua se hacen presentes en el juego de dos cuerpos “mojados”.

 

En la segunda parte, “El dragón”, se marca una fecha: 2022, no sé si tenga que ver con el encierro de la pandemia, pero parece que este personaje está en el encierro, le hace falta espacio: “El dragón en su cueva/ otea el vacío./ Los olores de afuera llegan mezclados con el ayer”. Es un animal que recobra su vida; su libertad.

 

En la última sección, “Poemas al amado”, la voz lírica “canta” a lo que fue, al espacio que llenó en algún momento en/el ser amado y que ya no existe: “Pero queda la huella de mi cabeza en su almohada para decir que tuve cabeza algún día”. Es la historia de la voracidad de un amor; de la contradicción de este al consumirlo todo, para solo dejar las reminiscencias: “Tuve fe y verdad un día que vive en el olvido./ Y tuve palabra./ Mi voz fue canto un día.”

 

Heridas de un solo tajo es la culminación de una etapa de la vida de quien habla, el cierre de ciclos. Es una muestra de la fuerza de las ideas a través de versos cargados de emociones, contradicciones y gran belleza.

 

Cabe destacar que el libro como objeto, tiene un diseño sencillo y elegante, hecho cuidadosamente de manera artesanal por el taller de la editorial Halfbreed.

  

 

Título: Heridas de un tajo

Autora: Elizabeth Algrávez

Editorial: Metaletras

Año: agosto 2023

Ciudad: Tijuana

 

 

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