Por Lizeth G. Peña
La novela Nefando (que significa "algo que resulta abominable por ir en contra de la moral y la ética"), de la ecuatoriana Mónica Ojeda, nos lleva a las profundidades de la deep web, esa otra Internet la cual carece de toda ley y en el que circula todo tipo de negocio ilegal, incluyendo la pornografía infantil. Es este último tema por el cual la autora nos muestra esa cara dura y deshumanizada de la personas.
A manera de entrevistas, Ojeda nos va mostrando a los seis personajes que convergen en la historia, que viven en un mismo departamento en Barcelona, y son entrevistados porque experimentaron un videojuego de pornografía infantil, alojado en las profundidades de la deep web, creado por los tres hermanos: Cecilia, Irene y Emilio Terán.
En cada capítulo, que representa una "entrevista", la autora va mostrando a cada personaje: Kiki Ortega, becaria del FONCA y que escribe una novela porno; Cuco Martínez, quien es el programador y hacker del videojuego; Iván Hernández, quien estudia un Máster en Creación Literaria. Todos ellos "prueban" el juego de "Nefando" de los hermanos Terán. Es a través de cada uno que vamos conociendo de qué va dicho videojuego.
Aunque los personajes comparten el espacio para vivir, cada uno tiene su propia habitación, el lugar íntimo donde cada uno desarrolla su creatividad o dejan salir sus demonios; la habitación donde se podría resguardar la intimidad de cada uno, pero también puede ser una zona de guerra o el espacio que se ultraja.
No es una novela para todos, pues la autora nos restriega en la cara el lado oscuro y perverso del ser humano: violencia sexual, pornografía infantil, etc., y hay que tener tripas para esos temas. Pese a la historia de la novela, es evidente que Ojeda cuidó cada palabra para narrar, así como la construcción de la misma, lo que demuestran el oficio de la escritora.
Reconozco que la novela me removió muchas emociones: angustia, asco, desesperanza, por lo que me llevó más tiempo de lectura pese a ser una novela corta (un poco menos de 200 páginas), ya que debía parar en cada capítulo, tomarme unos días, respirar y continuar con el libro.
Si te animas a leerla, solo te diré que es una novela perturbadora pero muy bien escrita.
Publicado por Almadía.
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